04/07/11
A un paso de dejar de cobrar boletos en trenes y ómnibus
Tras  los últimos aumentos salariales que obtuvieron los gremios del transporte  público de pasajeros, los subsidios a los colectivos, trenes y subtes treparon  a un nivel récord y van camino a superar los $ 12.000 millones anuales.  Más allá de lo impactante que es el monto que  saldrá del Tesoro para mantener los boletos congelados -casi $ 33 millones por  día- y de lo ilógico que resultan los cuadros tarifarios del transporte en la  región metropolitana -que van de $ 1,10 a $ 1,25-; hay un faceta inesperada de los  subsidios que pone los pelos de punta a los empresarios del sector y muestra el  manejo abusivo de las compensaciones económicas que ha venido realizando la  administración kirchnerista.  El nivel de  dependencia de los subsidios que tiene las empresas de transporte las pone a  tiro de una medida que si bien puede sonar descabellada, no está muy alejada de  la realidad.  Con una suba en los  subsidios de “sólo” $ 3.600 millones anuales, el Gobierno podría cubrir la  totalidad de los ingresos de las transportistas y eliminar el cobro de los  boletos en colectivos, trenes y subtes.  A  la luz de los últimos movimientos financieros y presupuestarios que efectuó el  ministerio de Economía, la suma requerida para implementar lo que sería el  programa “Viaje gratis para todos” no se presenta tan problemática.  Hace apenas una semana, el Gobierno se quedó  con unos $ 3.000 millones del Banco Nación para financiar diversos gastos  presupuestarios. Y en lo que va de año, el Ejecutivo ya lleva tomados más de $  23.000 de distintos organismos estatales para atender el gasto público que  exhibe un crecimiento anual superior al 35%.   El último ajuste en los subsidios que concedieron los funcionarios  nacionales para cubrir los incrementos de sueldos volvió a acrecentar el  protagonismo económico que el Estado ha pasado a tener en la vida diaria de las  empresas de transporte.  En promedio, el  70% de los ingresos mensuales de las líneas urbanas de colectivos y las  concesionarias ferroviarias proviene de los subsidios tarifarios que desembolsa  el Gobierno.  Y apenas el 30% de los  fondos que van mensualmente a las cajas de las compañías de transporte se  origina en la venta de boletos.  Actualmente,  las líneas de autotransporte que operan en la región metropolitana reciben, en  promedio, un subsidio por tarifas y combustible de $ 37.500 mensuales por cada  vehículo en servicio.   A su vez, cada  colectivo le arrima a las empresas un ingreso promedio de $ 16.100 mensuales  por el expendio de boletos.  Como el componente  salarial representa entre el 40 y 50% de los gastos, hoy por hoy ninguna  empresa de ómnibus ni ferroviaria está en condiciones de poder pagar los  sueldos con lo que obtienen por el cobro de pasajes.   En el caso de las operadoras de los trenes  metropolitanos, la recaudación que aportan los boletos alcanza sólo para pagar  entre el 15% y 20% de los salarios de sus trabajadores. (Clarín)
    
